Bienvenidos!
Estamos viviendo una revolución digital que está teniendo un impacto espectacular
en la comunicación y la sociedad. Los recientes avances en las tecnologías de
la información y las comunicaciones se comparan a menudo con la llamada
Revolución de Gutenberg nacida tras la invención de la imprenta.
¿Qué nos puede decir esta analogía con la revolución de Gutenberg sobre el futuro de nuestras lenguas?
La imprenta, sin duda, contribuyó a aumentar el intercambio de información. Sin embargo, también llevó a la extinción de muchas lenguas. Las lenguas regionales y minoritarias se imprimieron pocas veces y se limitaron a las formas orales de transmisión, que a su vez redujo el alcance de su uso.
¿Tienen las nuevas tecnologías un impacto similar en nuestras lenguas? ¿Existen nuevos riesgos de extinción de nuestras lenguas?
El lenguaje humano es una puerta al mundo que nos rodea. A través de su uso diario nos comunicamos, aprendemos, compartimos información, planificamos nuestro futuro, nos coordinamos con los demás y disfrutamos de cuentos y poemas.
Sin embargo, en la era digital y en un mundo globalizado, el lenguaje humano también crea obstáculos importantes. Mientras que las nuevas tecnologías permiten a las personas de todo el mundo comunicarse entre sí, proporcionando acceso inmediato a una fuente inagotable de información, gran parte de este nuevo universo sigue siendo inaccesible y cerrado, encerrado dentro de las barreras invisibles creadas por la diversidad de idiomas en los que está expresado.
Las tecnologías de la lengua y la investigación lingüística pueden aportar una contribución significativa hacia el desmantelamiento de las barreras lingüísticas. Y eso es sólo parte de un impacto de mayor alcance: con el tiempo, permitirán una interacción intuitiva basada en el lenguaje con un amplio conjunto de dispositivos tecnológicos, desde electrodomésticos y vehículos a ordenadores y robots.
Pero, ¿están todos los idiomas adecuadamente preparados para ser utilizados bajo estas nuevas condiciones tecnológicas?
¿Se está investigando por igual en todas las lenguas? ¿se está tratando de proveerlas con las tecnologías del lenguaje apropiadas para afrontar su futuro y encarar la era digital?
El intento de responder a preguntas como estas provocó la publicación de una serie de libros blancos sobre treinta lenguas habladas en la UE.
Las mismas preguntas están estimulando la organización de la presente serie de talleres descritos en este sitio web.
¿Qué nos puede decir esta analogía con la revolución de Gutenberg sobre el futuro de nuestras lenguas?
La imprenta, sin duda, contribuyó a aumentar el intercambio de información. Sin embargo, también llevó a la extinción de muchas lenguas. Las lenguas regionales y minoritarias se imprimieron pocas veces y se limitaron a las formas orales de transmisión, que a su vez redujo el alcance de su uso.
¿Tienen las nuevas tecnologías un impacto similar en nuestras lenguas? ¿Existen nuevos riesgos de extinción de nuestras lenguas?
El lenguaje humano es una puerta al mundo que nos rodea. A través de su uso diario nos comunicamos, aprendemos, compartimos información, planificamos nuestro futuro, nos coordinamos con los demás y disfrutamos de cuentos y poemas.
Sin embargo, en la era digital y en un mundo globalizado, el lenguaje humano también crea obstáculos importantes. Mientras que las nuevas tecnologías permiten a las personas de todo el mundo comunicarse entre sí, proporcionando acceso inmediato a una fuente inagotable de información, gran parte de este nuevo universo sigue siendo inaccesible y cerrado, encerrado dentro de las barreras invisibles creadas por la diversidad de idiomas en los que está expresado.
Las tecnologías de la lengua y la investigación lingüística pueden aportar una contribución significativa hacia el desmantelamiento de las barreras lingüísticas. Y eso es sólo parte de un impacto de mayor alcance: con el tiempo, permitirán una interacción intuitiva basada en el lenguaje con un amplio conjunto de dispositivos tecnológicos, desde electrodomésticos y vehículos a ordenadores y robots.
Pero, ¿están todos los idiomas adecuadamente preparados para ser utilizados bajo estas nuevas condiciones tecnológicas?
¿Se está investigando por igual en todas las lenguas? ¿se está tratando de proveerlas con las tecnologías del lenguaje apropiadas para afrontar su futuro y encarar la era digital?
El intento de responder a preguntas como estas provocó la publicación de una serie de libros blancos sobre treinta lenguas habladas en la UE.
Las mismas preguntas están estimulando la organización de la presente serie de talleres descritos en este sitio web.